El artículo ‘El psicodrama de Adolfo Hitler’, un paradigma de grupo en la perspectiva psicodramática y su relación con la multiplicación dramática”, presenta una comparación entre el trabajo clínico de Moreno con el paciente Karl, que tiene un delirio de ser Adolfo Hitler, y la multiplicación dramática. Se analiza el modelo de tratamiento de Karl y se presenta el concepto de multiplicación dramática en sus líneas generales. Se resalta la contribución que esta línea de pesquisa apunta sobre los estados espontáneos/creativos, el co-inconsciente, las aplicaciones de los conceptos semióticos al psicodrama, el sentido de la cura y la indicación específica de este modelo para algunas patologías y tipos de grupo.
En la década de 40 y comienzo de 50, después de haber formulado Fundamentos de la Sociometría y situado claramente el psicodrama dentro de las psicoterapias de grupo, Moreno expone un resumen sintético de su obra, en el libro Fundamentos del Psicodrama, que es más articulado de lo que normalmente presentaba. En ese libro, en el capítulo V, describe un tratamiento, realizado en el inicio de la II Gran Guerra, en la ciudad de Nueva York, de un paciente llamado Karl, de aproximadamente cuarenta años, que creía ser Adolfo Hitler. El caso es conocido en la literatura como el Psicodrama de Adolfo Hitler.
La estructura del tratamiento, consistió fundamentalmente en construir un dispositivo grupal para proporcionar dos ejes de trabajo, a saber:
1) aceptar el delirio del paciente, o sea, tratarlo como Adolfo Hitler en el contacto directo y proporcionar que el paciente tenga una interacción, por medio de egos auxiliares en el contexto dramático, con los personajes de su delirio tales como Goering y Goebbels. Moreno considera que este fue el punto clave del tratamiento, expresándose así: “…en el caso de nuestro pseudo-Hitler, que era no cooperativo al extremo, fue posible caldearlo hasta alcanzar un nivel de comunicación, cuando un ego auxiliar pasó a representar el papel de Goering en un episodio relevante en su mundo psicótico. Así que estableció el relacionamiento con el terapeuta auxiliar, en el tablado psicodramático, fue capaz de desarrollar un relacionamiento con la persona particular por detrás del papel de Goering, persona esta que nada más era que un simple enfermero, con el cual empieza espontáneamente a comunicarse en un nivel realista.”
(MORENO, 1983, p. 215). Este eje es muy semejante a las estrategias posteriormente asumidas por la Anti-psiquiatría.
2) crear un dispositivo grupal, que en este caso eran los residentes de psiquiatría y más adelante, la esposa de Karl, que participaban intensamente de las sesiones, compartiendo y dramatizando cuestiones relacionadas al surgimiento del verdadero Hitler de la época. A veces, el propio grupo se preguntaba si Karl no era de hecho el verdadero Hitler. El grupo ocupa frecuentemente el espacio central de trabajo, transformándolo en sociodrama de la época. Mezcla episodios originados de los sueños y delirios de Karl, con realidades vivenciadas en el aquí y ahora del grupo y su contexto histórico. En palabras de Moreno, “Un panorama magnífico del mundo de nuestra época surgió, para alivio general, como si estuviera preso en el espejo en miniatura que era el grupo”(MORENO, 1983, p. 216). Este segundo eje de trabajo se aproxima de la concepción de la multiplicación dramática.
Multiplicación dramática, es un concepto formulado por Frydlevsky, Kesselman y Pavlovsky, en 1987 (KESSELMAN, 1987 y KESSELMAN; PAVLOVSKY, 1991). Es una manera de concebir el dispositivo grupal como una máquina de producción de sentidos, una estrategia de cura conectada al placer de la creación colectiva grupal y también, un tipo de trabajo
secuencial grupal, que se compone de las siguientes fases: 1. relato de una experiencia personal; 2. dramatización de la escena del protagonista investigada con los recursos necesarios; 3. juegos dramáticos creados por el grupo en un estado de espontaneidad / creatividad, inspirados en la escena inicial e improvisaciones que cada integrante del grupo realiza, aprovechando la resonancia que produce la escena inicial. En este segundo eje de trabajo, semejante a la multiplicación dramática, aparecen personajes tales como: figuras de las relaciones familiares de Hitler, que son reflejadas en el relacionamiento correspondiente de la vida familiar de cada miembro del grupo, con escenas que presentan un Hitler más humanizado y conflictuado; Stalin, Mussolini y otros gobernantes o reyes de la época; soldados anónimos y sus conflictos; víctimas de campos de concentración; refugiados; estudiantes negros del Harlem identificándose con rebeldes; personajes que personifican matices de amor y odio, de prejuicios y de tolerancia. Todos los personajes aparecen en igualdad de condiciones de intensidad con los de Karl. En palabras de Moreno: “Cuanto más el propio Karl participaba de aquel drama, más aprendía a ver su mundo paranoico particular, según la perspectiva del mundo mayor que, inconscientemente, él mismo había provocado” (MORENO, 1983, p. 216). Más adelante Moreno afirma: “El psicodrama de Adolfo Hitler se transformó en el psicosociodrama de toda nuestra cultura, espejo del siglo veinte” (MORENO,1983, p. 217).
El dispositivo grupal montado, se asemeja mucho al de la multiplicación dramática. Secuencialmente, tenemos primero las escenas del protagonista Karl y en seguida las escenas producidas por el grupo, a partir de la resonancia con el protagonista y con los hechos de su época. La creación de un estado de espontaneidad / creatividad que atraviesa el grupo, incluyendo al protagonista, es la resultante de todo este dispositivo.
En el lenguaje de la Multiplicación Dramática, se puede decir que el grupo iba evidenciando diversas versiones de Karl y Karl también iba evidenciando diversas versiones de las situaciones de la época y de aquel grupo social.
La mezcla entre psico y sociodrama es tal que algunas veces, no sabemos si las multiplicaciones fueron realizadas por alumnos o por el protagonista Karl.
Moreno deja claro, que su objetivo es el de crear un dispositivo, que sea capaz de proporcionar elementos para la estructuración de sentimientos, pensamientos y sensaciones interiores y exteriores, provenientes de la realidad o de la imaginación, de manera espontánea y creativa. Un dispositivo que permite la articulación de puntos de vista psicológicos y sociales, sueños, delirios y hechos de la época, humaniza Hitler, hace llorar a la platea y la identifica con Karl y con el verdadero Hitler, para trabajar con estos personajes internalizados. Lo que le sucedió a Karl o a Hitler podía suceder con cualquier persona.
Pienso que el caso Adolfo Hitler se constituye como un modelo de psicosociodrama de terapia familiar y comunitaria, para pacientes psicóticos y otros tipos de patologías, que necesiten de un encuadre familiar y comunitario. Además de esta indicación específica, también se constituye en un paradigma de grupo de psicodrama en general …
Del libro de Hernán Kesselman, “La Psicoterapia Operativa” (dos volúmenes) I. “Crónicas de un psicoargonauta” y II. “El Goce Estético en el de Curar.”, Editorial Lumen-Hvmanitas, Buenos Aires 1999.