Supervisión grupal analítica

Idea central:
– Todo trato de lo humano está, imprescindiblemente sometido a equívoco y malentendido, y a veces a error, en definitiva a lo subjetivo por la esencia misma del ser humano cuyo exponente claro es el lenguaje y su efecto de división en el ser.
– El trato de lo humano por un humano está inevitablemente sometido a la implicación de este en relación a aquél y viceversa: afecto, interacción, y en esencia transferencia.
– Esta implicación sólo a veces es consciente y aun entonces esta sometida por elementos desconocidos.

Objetivo
Dar a conocer el interés, utilidad y la aplicación de una supervisión analítica grupal.
Ejemplificar con una sesión de Multiplicación Dramática filmada y posteriormente visionada, los conceptos que se han explicado en la teoría:
Reacciones no conscientes, resistencias etc..
Efectos de las técnicas dramáticas y la lectura analítica de los mismos
Esquema:
1.- Introducción. Supervisión, Grupal, Analítica.
2.- Concepción psicoanalítica del ser humano, de sus dificultades y de la patología.
3.- Breve historia de la técnica psicoanalítica. De la hipnosis al análisis.
4.- Cuatro conceptos fundamentales de la técnica analítica: transferencia,
contratransferencia, resistencias y encuadre.
5.- Psicoanálisis general psicoanálisis aplicado
6.- Estos cuatro conceptos aplicados al grupo.
7.- El objeto del grupo. El grupo en relación al individuo como operador de
intercambio, covisión etc…
8.- Psicodrama,
9.- Psicodrama psicoanalítico.
10.- Multiplicación dramática y supervisión grupal.

1. INTRODUCCIÓN. SUPERVISIÓN GRUPAL ANALÍTICA.
Como decíamos en un trabajo sobre supervisión en comunidades de toxicómanos (1997), nadie cuestiona hoy en día la importancia y la necesidad de supervisión que el o los terapeutas tienen en algún momento de su quehacer con pacientes o grupos de pacientes. Es de sobra conocido que desde en todas las escuelas y corrientes de psicoterapias de orientación psicoanalítica por ejemplo, es imprescindible durante la formación un tiempo de supervisión. Posteriormente, satisfecho un cierto grado de formación es a veces necesario, a veces aconsejable, puntualmente o de modo más prolongado, períodos de supervisión de aquellos casos, grupos, episodios etc. que se vuelven conflictivos o recurrentes en el proceso terapéutico.

Un poco de historia.
Dentro de la historia del psicoanálisis desde Freud, el control o supervisión está vinculado al del análisis didáctico.
Si atendemos a Roudinesco y Plon (1998), ya antes de Freud, Jung cuando trabajaba con Bleuler en la Clínica Burghölzli tuvo la idea de tratar a los estudiantes como pacientes y como Freud señaló en 1912, fue Jung quien destacó la necesidad de que toda persona que quiera practicar el análisis se someta antes ella misma a esa prueba.
A partir del congreso de la I.P.A. de Bad-Hombourg de 1925 por iniciativa de Max Eitingnon se hace obligatorio el psicoanálisis didáctico y el análisis de control para todas las sociedades psicoanalíticas.
Con ello se quiso marcar y regular entre otras cosas los análisis y psicoterapias, sobre todo tras las complicaciones a las que condujo el hecho de tratar psicoanalíticamente a personas con las que se mantenía otro tipo de relación: discípulos, amigos amantes, familiares etc. Circunstancia que por otra parte contribuyó significativamente al avance del psicoanálisis y sus elaboraciones teóricas. En el caso de la fobia Freud trató indirectamente o más bien supervisó a un niño que era tratado por su padre. También Freud analizó a su propia hija, Ferenczi analizó a su mujer y de la hija de ella, Erich Fromm que fue compañero de Karen Horney, trató a la hija de ésta.
Además la idea de someter a análisis a todo aquel que quisiera devenir analista, venía reforzada por la constatación de muchos analistas empezando por el propio Freud y siguiendo con Tausk, von Hug-Hellmut, Mélani Klein de que ellos también padecían, en alguna medida, las mismas enfermedades que sus pacientes. Así en 1919 en el congreso de Budapest, Nunberg propuso que el análisis didáctico fuera obligatorio para ser analista, Rank y Ferenczi se opusieron a esta propuesta. Pero la idea cuajó y se retomo. Fue sobre todo el Instituto psicoanalítico de Berlín y su Hospital Policlínico quien llevó adelante esta iniciativa hasta llegar al mencionado congreso de Bad-Hombourg.
Mencionamos estos detalles para hacer ver que toda actividad relacionada con la terapéutica o la salud mental de los seres humanos, ha despertado en algunos sujetos la clarividencia y la ética de observarse a ellos mismos con los mismos ojos con los que observan al sujeto al que están tratando. Así no es de extrañar que sea un centro de formación como un instituto (el de Berlín) pero que está vinculado a un policlínico el que se hace eco de la propuesta de la supervisión y el análisis didáctico.
Pero, tampoco nos parece casual y por ello lo señalamos, que dentro del propio seno del contexto de analistas reconocidos (Rank, Ferenczi) surja la oposición a dicha iniciativa. La mejor manera de situar esta anécdota, nos parece que es entenderla como una resistencia.
Así, quedan definidas las líneas directrices de lo que queremos dar a entender en este curso:
a.- el propio terapeuta no está exento de su problemática o de su patología,
b.- la problemática (subjetividad) del terapeuta interfiere o interviene en el proceso terapéutico.
c.- el abordaje de este conocimiento se enfrentará con las resistencias (no querer saber) del propio terapeuta.
d.- el proceso terapéutico afecta al terapeuta.
e.- el análisis del terapeuta y la supervisión se vuelven necesarios (tienen efectos) para el proceso terapéutico del paciente.
Con posterioridad, esta práctica se ha ido extendiendo a otros ámbitos tanto de la práctica terapéutica como de la salud mental en general así como a orientaciones y parámetros teóricos distintos de los psicoanalíticos.
Sin embargo en esta extensión también ha ido variando su comprensión adecuándose a las concepciones teóricas de los nuevos contextos.
En lo que al control o supervisión se refiere, tal vez por esta razón advierte Baremblitt (1997) que a pesar de la extensión del término supervisión a todo el ámbito de las instituciones que desarrollan programas de atención en salud mental, dirigidos a diversos sectores de la población, el término supervisión es polisémico. Explica que tanto en lo que a la aplicación institucional como a la práctica clínica, el sentido en que utiliza el término supervisión en un sentido de análisis institucional para diferenciarlo de las prácticas profesionales que conllevan actos de examen o fiscalización de l s tareas que realizan los profesionales o los equipos de asistencia.
Este autor, define la supervisión clínica como “un intento de analizar las situaciones clínicas que por sus características, perturban la conducción de los procesos terapéuticos” (p.19). Por otra parte, la supervisión institucional “se configura como un método de investigación y análisis institucional en sus cualidades funcionales de estructura y organización, como así mismo en las áreas de la subjetividad y la comunicación interpersonal” (p.21)

En relación al título de supervisión grupal analítica.
Supervisión.
En general este termino lo que significa es hacer intervenir a un tercero, profesional más o menos experimentado, en una relación o intervención dual o grupal con el fin de hacer un seguimiento del proceso en la intervención de que se trate, para esclarecer los impasses, dificultades y errores que obstaculizan el proceso o la consecución de los fines establecidos.
En este sentido general, es asemejable a una tutorización que alguien más experimentado o experto en determinada materia, lleva a cabo con un profesional o aprendiz en el ejercicio de su labor y en la que el objeto de estudio y análisis es el modo en que este profesional ejerce su labor y el análisis de las dificultades con las que puede encontrarse. Es una función fundamentalmente didáctica o pedagógica.
Pero como comentaremos en el tercer adjetivo, pedagogía o didáctica no es lo mismo que psicoanálisis. Es cierto que se habla de un psicoanálisis didáctico. La diferencia en este caso está en sustantivo. Freud en el artículo Psicoterapia. Tratamiento por el espíritu (1904) recurre a la diferencia que Leonardo de Vinci establecía en el mundo de las artes. Están las artes que operan Per vía di porre es decir aquellas que añaden algo a la materia base como la pintura. Y por otro lado están las que actúan Per Vía di levare es decir extrayendo de la materia base la figura, eliminando el resto.
La pedagogía y el magisterio responden al primer modelo, añaden conocimientos a una materia prima que carece de ellos, aunque las actuales corrientes en pedagogía tienden a la vía di levare . El psicoanálisis, máxime el psicoanálisis didáctico operan Per vía di levare, tratan de extraer, lo oculto del propio ser, para la persona. Precisamente lo oculto que interviene en su vida consciente y lo divide.

Grupal.
Hace referencia a que es una actividad que se desarrolla en un grupo y mediante un grupo. Tiene también otra acepción cual es que se puede ejercer sobre un grupo al modo en que Baremblitt define la supervisión institucional.
En el primer sentido se trata de utilizar las características y potenciales de un grupo de personas, profesionales en este caso, para supervisar el modo en que un determinado miembro del grupo ejerce su labor en un determinado ámbito (clínico, asistencial, pedagógico etc…)
En su segunda acepción, que no contradice al anterior, el objeto de la supervisión puede ser un grupo o una institución. En tal caso se trata de investigar la estructura del grupo, su fantasmática (Anzieu, 1986) y como esta está incidiendo en el ejercicio de las funciones y tareas para las que se ha constituido esa institución o grupo.

Analítica.
Es este adjetivo el que da una especificidad a los conceptos anteriores. Si bien es ineludible una cierta función didáctica en supervisiones tanto individuales como grupales, de orientación psicoanalítica, lo específico de este modo de intervenir reside tanto en aquello a lo que apunta como el substrato teórico en que se basa.
A lo que apunta es a analizar el modo en que el terapeuta esta atrapado, inconscientemente atrapado, en lo personal en la relación con el paciente o el grupo. Se trata de ver qué problemática personal del terapeuta impide ver o actuar a éste, en el conflicto que el paciente presenta.
Como trataremos de explicar más adelante, el analista o terapeuta en un abordaje analítico se presta a ser convertido por el paciente en una figura especialmente significativa, objeto de amor y odio, causa de sus conflictos, objeto de su fantasma.
Pero el analista no siempre puede percibir o darse cuenta de todo lo que el paciente va atribuyéndole. Además, no es inmune ni a su propio inconsciente, ni a lo recibido por parte del paciente.
En la supervisión psicoanalítica bien sea grupal o individual, la comprensión teórica tanto del conflicto del paciente, como del terapeuta y de la relación entre ambos, se hace desde los parámetros teóricos del psicoanálisis. Esto viene dado por el hecho de que en psicoanálisis son indivisibles teoría y práctica: su teoría es la práctica y viceversa. Es por lo que vamos a tratar de dar cuenta de algunos de los principios teóricos del psicoanálisis.

2.- CONCEPCIÓN PSICOANALÍTICA DEL SER HUMANO, DE SUS DIFICULTADES Y DE LA PATOLOGÍA.

2.1. Introducción
Si hemos mencionado que el adjetivo psicoanalítico da una especificidad diferencial a lo que supervisión significa nos parece necesario explicar someramente cuales son las líneas directrices de lo que es el psicoanálisis.
Dada la extensión y conocimiento que se tiene sobre él vamos a tratar de centrarnos en aquellos aspectos que determinan lo diferencial de la supervisión y de la supervisión grupal. Para ello nos guiaremos de la idea que el propio Freud nos trasmite.
Es el propio Freud quien en su artículo de 1922 Psicoanálisis y teoría de la libido explica la triple significación de la palabra Psicoanálisis. Dice allí: “Psicoanálisis es el nombre:
1º- De un método para la investigación de procesos anímicos capaces inaccesibles de otro modo.
2º- De un método terapeútico de perturbaciones neuróticas basado en tal investigación
3º- De una serie de conocimientos psicológicos así adquiridos, que van constituyendo paulatinamente una nueva disciplina científica.” (p. 2661)
Por tanto es un término que significa un modo de entender la patología, la normalidad y la técnica de curación del ser humano.
Si atendemos a la historia, vemos que la técnica y la teoría psicoanalítica surge como efecto de una práctica clínica. Allá por 1895 Freud trabaja junto con el Doctor Breuer y publica Estudios sobre la Histeria. En aquella época dentro de la medicina se observaban una serie de trastornos que presentaban síntomas como parálisis, cegueras o temblores pero que no respondían a una causa nerviosa u orgánica conocida pro lo que se consideraban ficciones o engaños para llamar la atención.
Para otros, estos trastornos eran causa de estudio por el sufrimiento y la incapacitación que generaban. Pero la ciencia médica nada podía con aquellos trastornos. Sin embargo ciertas prácticas paramédicas aplicadas a este tipo de trastornos tenían algunos resultados.
Así Charcot utilizaba hacia 1885 en el Hospital de la Salpetriere de París una aplicación del Mesmerismo (magnetismo animal) retomado en Nancy, por Liebault (1823-1904) y Berheim (1837-1919), la hipnosis con pacientes histéricos. El procedimiento consistía en la inducción del trance hipnótico, un estado de conciencia semejante a la somnolencia y a base de sugestiones, hoy llamaríamos indicaciones y órdenes, se conseguían eliminar los síntomas que el paciente padecía.
Breuer, pero sobre todo Freud trataron a muchos pacientes histéricos con este método. Freud era un médico joven que estaba empezando por lo que le llegaban los pacientes menos gratificantes y más complicados.
Freud además de dedicarse a la hipnosis a la que empezó a ver ciertas objeciones se dedico a escuchar a sus pacientes, a escuchar sus relatos e historias. Escucho así que los síntomas que los pacientes padecían tenían un sentido y una significación. Estaban vinculados a experiencias vividas más o menos traumáticas, muchas de las cuales tenían una directa relación con los aspectos más privados de la vida de los pacientes, como eran sus vivencias y deseos relacionados con la sexualidad.
A partir de aquí compuso una idea nueva de la psicopatología. Una explicación de los problemas y síntomas de los pacientes neuróticos.
Posteriormente se dio cuenta de que tanto los síntomas como los conflictos de los que emanaban estos síntomas también se daban aunque de un modo más atenuado en las personas consideradas sanas.
Así construyó una teoría de la personalidad a partir de sus descubrimientos al tratar de entender la patología de las personas. Al mismo tiempo la técnica que le servía para explorar las causas de las enfermedades de los pacientes, conseguían aliviar los síntomas y el sufrimiento de estos.

2.2.- Comprensión psicoanalítica del psiquismo humano.
En esencia el modelo de psiquismo humano que el psicoanálisis propone es pluridimensional, lo que significa que cualquier hecho humano es visto desde un punto de vista: Genético, Estructural, Tópico, Dinámico y Económico. Podría añadirse también Vincular.
Genético.
Hace referencia a que el desarrollo humano está vinculado a ciertas fases del desarrollo corporal. El cuerpo entendido en este caso como el substrato instrumental del aparato psíquico, en su relación consigo mismo y con el mundo exterior y que proporciona experiencias placenteras y displacenteras a lo largo de toda la vida de las personas.
Pero este cuerpo y su vivencia, no surge maduro, surge completo pero ha de desarrollarse a lo largo de la vida y sobre todo de la infancia, por la esencial prematuridad del ser humano.
En este desarrollo hay una serie de etapas que han de cumplirse y superarse para poder garantizar la supervivencia del infante humano. En cada una de estas etapas se produce un conglomerado de experiencias tanto placenteras como displacenteras, que van más allá de la mera necesidad biológica y que van marcando la percepción que el sujeto tiene de sí mismo y del mundo exterior o de los objetos que lo habitan. Serán determinantes en cada una de estas etapas la cualidad y cantidad de las experiencias, es decir el exceso o el déficit y la gratificación o frustración.
La construcción del punto de vista genético, se establece al menos en relación a dos parámetros fundamentales:
– Apuntalamiento de la pulsión sexual.
Esto supone que desde una primera experiencia de deprivación y necesidad, el psiquismo humano se va construyendo en una relación de necesidad – frustración – satisfacción, que se fundamenta en necesidades filógenéticas orgánicas, como el comer, defecar, reproducirse.
Estas necesidades, al igual que el desarrollo corporal, transcurren por una serie de etapas en las que una zona corporal adquiere preponderancia en relación a esa necesidad. Esta preponderancia se establece en torno a la relación necesidad = excitación y operaciones encaminadas a satisfacer esa excitación, con la frustración como otra cara de la misma moneda.
Freud postula que los vestigios de estas necesidades son observables en la relación adulta, en la premisa filogenéticamente condicionada y que representa el caballo de batalla de todo ser humano que es la de satisfacer sus necesidades para subsistir como individuo y como especie y cuyo exponente más incisivo es la sexualidad.
El hecho de que la sexualidad en su sentido más genérico vaya evolucionando y transformándose a lo largo de la vida del sujeto es concordante con las teorías antropológicas y biológicas del ser humano como ser incompleto e indigente en la naturaleza por su prematuridad biológica. Condición fundamental del psiquismo, de la cultura y de la civilización.
– La relación de objeto.
Esta condición natural del ser humano: biológicamente prematuro y constitutivamente necesitado sin recursos instintuales completos como el animal, convoca a un objeto, fuera del sujeto para poder sostener el desarrollo de las pulsiones hasta su maduración. Esto es la castración del ser humano, para cuya existencia necesita del otro. La idea del otro, conlleva una evolución paralela al desarrollo de la pulsión. A cada época corresponde una tipo o mejor un aspecto del objeto.

Las etapas de esta evolución, más lógicas que cronológicas, son las consabidas de:
– la alimentación en la que aparece la primera vivencia agradable o desagradable del hambre o la saciación y el recrearse en la misma, posteriormente la dentición y sus avatares
– la excreción, con la perplejidad de comprobar que algo de un producto de su cuerpo deja de pertenecerle al infante y que coincide con la capacidad de andar y por tanto alejarse o acercarse a los demás.
– la comprobación de la diferenciación sexual entre los humanos con la doble vertiente de identificarse con el cuerpo que le ha tocado vivir e identificarse con el progenitor del mismo sexo. Dándose además la circunstancia de que según sea masculino o femenino el cuerpo en suerte hay una diferencia anatómica que para unos hará evidente la pertenencia a un género y para otros no tanto. Esto supondrá además el reconocimiento o no del otro sexo.
– Y por último la constatación de que también los progenitores pertenecen a dos sexos diferentes y a un estatus diferente al suyo en la relación entre ambos. Esto hará que en la medida en que el infante puede reconocer estas diferencias y estos estatus pueda encontrar su lugar como sujeto.
Tanto individual como colectivamente este reconocimiento es una ley simbólica no escrita pero que todo el mundo reconoce. Esta ley obliga a buscar el compañero sexual fuera del núcleo familiar, es la ley del incesto. Ley no escrita pero universalmente reconocida que ordena a los sujetos en el contexto social en que viven, en generaciones, género rol social etc. Y en lo individual permite al infante diferenciarse de la madre y construir su propia individualidad apoyándose en las identificaciones necesarias para ello.
– Una vez llegado a este punto la personalidad tanto en su normalidad como en su patología queda configurada y los años posteriores no son más que una continuación o una repetición de las vivencias en las que quedó anclado el sujeto bien por defecto o por exceso de gratificación o frustración.

Tópico.
Hace referencia a una división de aparato mental según su funcionamiento. Así no todas las experiencias, actos, pensamientos, emociones etc.. que tenemos son conscientes. A veces ocurre por ejemplo que algo que estaba completamente olvidado y que ocurrió tiempo atrás es revivido con mucha intensidad, como si fuera el momento en que ocurrió, o podemos hacer o decir cosas sin caer en la cuenta de estar diciéndolas o haciéndolas mientras que un observador ajeno se da cuenta de ello. También ocurre que un sueño no es recordado hasta un momento del día en que aparece con toda nitidez. O como ocurría en la clínica que el sujeto al despertarse de la hipnosis había superado los síntomas pero no recordaba nada de lo acontecido.
¿Qué ocurre con todas estas experiencias mientras no somos conscientes de ellas, y porqué de pronto se hacen tan conscientes?
Esta cuestión que la humanidad se ha planteado desde siempre, hizo construir a Freud una teoría para explicarlo.
Así hay tres instancias en nuestra mente.
a.- Percepción consciencia.
Es la parte que conocemos de nosotros mismos
Es el aparato “situado” entre el mundo exterior y el mundo interno.
Entre el mundo exterior y el sistema consciente, existe también un filtro que evita la irrupción de estímulos demasiado violentos, paraexcitaciones.
No conserva rastros duraderos de las excitaciones sensoriales que registra,
Son funciones del sistema Consciente: pensamiento, capacidad de razonamiento, capacidad de revivir experiencias, (no solamente recordar sino revivir) y el control de la motilidad.
-Dispone (desde el punto de vista económico) de una energía libremente móvil con la que puede sobrecatectizar determinados elementos: atención.
El funcionamiento es en proceso secundario: Principio de realidad sobre el del placer.
La energía no circula libre, sino ligada a representaciones y objetos, con lo que puede ser controlada.
b.- Preconsciente.
Es una consecuencia de elaboración lógica en la teoría de Freud.
Se opone al Inconsciente por un lado y al sistema consciente por otro (esto es más difícil). Es lo que llamamos el YO oficial.
Aunque en un principio no está en el campo de la conciencia, sino próximo a él, es de fácil acceso. Ejemplo: recuerdos olvidados que actualizamos.
Pertenece al sistema de huellas mnémicas y está compuesto de “representaciones de palabras”. Representación es una huella mnémica más o menos investida afectivamente. Es lo que uno se representa, el contenido de un pensamiento.
Se opone a la “representación de cosas” lo cual no puede acceder a la conciencia si no va acompañada de una huella verbal. La representación de cosas es más de orden visual como en el sueño.
En este sistema también, el funcionamiento es en proceso secundario.
La diferenciación entre Consciente y Preconconsciente, viene dado por un tipo de censura, que selecciona contenidos, para evitar que lleguen a la conciencia aquellos que fueran angustiosos o perturbadores.
Está constituido por lo que implícitamente está presente en la actividad mental, aunque no constituye en ese momento objeto de conciencia (que en ese momento sería Consciente).
c.- Inconsciente
Parte más arcaica del aparato pulsional y más próxima a la fuente pulsional.
Está constituido por representantes (representación + carga afectiva asociada) de las pulsiones. Y no son las mismas pulsiones quienes lo constituyen porque pulsión es un concepto límite entre lo biológico y lo psicológico.
Aquí, se compone de “representaciones de cosas” y de las “representaciones de cosas” que ha padecido la represión primaria.
Está también históricamente constituido, a partir de un núcleo hereditario filogenético, en particular durante la infancia del sujeto.
A diferencia de los anteriores: el funcionamiento es en proceso primario cuyas características:
– Energía libre.
– Tendencia a la descarga sin trabas ni demoras.
– Circula sin trabas de representación en representación como se ve en desplazamientos y condensaciones del sueño.
Se rige por el principio del placer: tendiendo a establecer por la vía más corta la identidad de percepción. (Repetición que la percepción del objeto, ligada a satisfacción de necesidad, Alucinación)
Sus contenidos fuertemente caracterizados de energía pulsional, buscan retornar a la conciencia y a la acción, pero sólo pueden llegar al Preconsciente en una formación de compromiso tras ser deformado por la censura.
Fundamentalmente, son los deseos infantiles los que experimentan fijaciones en el inconsciente.
– Como características particulares:
a.- Proceso primario y principio del placer.
b.- Ausencia de duda, de negación y de grado de incertidumbre.
c.- Indiferencia a la realidad.
Entre el Inconsciente y el Preconsciente, la energía no circula libremente, sino que se establece la CENSURA que es especialmente severa.
Es una fuerza dinámica y activa que no es que evite el paso de todos los contenidos, sino que los selecciona y así posibilita el acceso de “ciertas representaciones” a “ciertos espacios mentales” (Boulanger, 1981 [#379] p. 49).
La definición que propone el diccionario es: “Función que tiende a impedir, a los deseos inconscientes y a las formaciones que de ellos derivan, el acceso al sistema Preconsciente – Consciente”.
Un concepto muy gráfico, es el que el mismo Freud utiliza en una carta a Flies (Dic – 1887) “como un periódico extranjero censurado por los Rusos; al pasar la frontera se han tachado palabras, frases o párrafos enteros, de forma que lo que queda es ininteligible”.
Los efectos de la censura, se ven claramente en el sueño”: el estado onírico, impide a los contenidos del Inconsciente abrirse paso hasta la motilidad, pero como aquellos ofrecen el peligro de oponerse al deseo de dormir, la censura continúa funcionando de forma atenuada.”
Se da también otra censura entre el Preconsciente y el Preconsciente – Conciencia, así como sobre ésta y el exterior, pero Freud plantea que quizá es mejor considerar todo como formas de la misma censura, a medida que se transita de un sistema a otro más elevado (Laplanche y Pontalis 1983, p. 53)[#362]. (Manual de Psicología patológica, p.48).
Estructural (2ª tópica)
Supone que el aparato psíquico puede dividirse en varias unidades funcionales duraderas. El aparato psíquico compuesto por YO, SUPER – YO y ELLO proviene de este punto de vista y es lo que se denomina también la “Segunda tópica”. que en Freud aparece en “Más allá del principio del placer”(1920)[#387] y en “el YO y el ELLO”(1923a [#404]).
La característica diferenciadora de la primera y segunda tópica consiste en que en la primera las instancias aparecen separadas por la represión, y en la segunda en cambio plantea una diferenciación progresiva, una continuidad que va de las necesidades biológicas al ELLO y de éste al YO y posteriormente al SUPER – YO.
ELLO:
“Una de las tres instancias distinguidas por Freud en su segunda teoría del aparato psíquico. Constituye el polo pulsional de la personalidad. Sus contenidos, expresión psíquica de las pulsiones, son inconscientes, en parte hereditarios e innatos en parte reprimidos y adquiridos. Desde el punto de vista Económico, el ELLO es el reservorio primario de la energía psíquica.
Desde el punto de vista Dinámico, entra en conflicto con el YO y SUPER – YO que desde un punto de vista genético diferenciaríamos de aquel.” (Laplanche y Pontalis 1983, p. 113[#362]).
En relación a la primera tópica el ELLO coincide casi por completo con el inconsciente, aunque no todo lo inconsciente esté en el ELLO.
Como explica en Nuevas lecciones intoductorias al psicoanálisis (1932)[#396] el término ELLO procede de G. Grodeck “El libro del ELLO” que Freud retoma, en su idea de que “el YO en realidad es una instancia pasiva que es “vivida” por fuerzas desconocidas e ingobernables “ELLO””. Y lo define como “la parte oscura e impenetrable de nuestra personalidad; /…/ Lo dibujariamos abierto en el extremo orientado hacia lo somático y acogiendo allí en sí las necesidades pulsionales, que encuentran allí su expresión psíquica…”. (1932, p. 3142[#396]).
El ELLO es inconsciente y se rige por sus principios:
Principio del placer.
Proceso primario.
Convivencia sin estorbos de contradicciones.
No lógica, no tiempo, no espacio.
No existen principios morales: bien – mal.
Caos y desorden.
Constituidos de energía desordenada, libre, no fijada a representaciones, proviniente de las pulsiones.
Energía sin voluntad general.

Sus características se definirían por oposición al modo de organización del YO.
Es la base sobre la que posteriormente se origina el YO por la persistente influencia del mundo exterior.
No existe una clara diferenciación entre YO y ELLO. “El Yo, no está netamente separado del ELLO, en su parte inferior se mezcla con él. Pero lo reprimido se mezcla también con el ELLO del cual es sólo una parte.
Lo reprimido se separa sólo de un modo tajante del YO por las resistencias de la represión, y puede comunicar con él a través del ELLO”.
Es decir que el YO viene a ser la parte de ELLO que ha sido modificado por la influencia directa del mundo exterior mediante el sistema Percepción – Conciencia (Laplanceh y Pontalis 1983, p 113)[#362].

YO:
Laplanche y Pontalis, proponen cuatro puntos de vista, a la hora de definir el concepto YO:
– Tópico: ocupa un lugar de dependencia de tres factores:
Reivindicaciones del ELLO.(Siendo el mediador de los
Imperativos del SUPER – YO.intereses de la totalidad del
Exigencias de la realidad.sujeto).
– Dinámico: es el polo defensivo de la personalidad que frente a la percepción de un afecto displacentero (señal de angustia), pone en marcha mecanismos de defensa.
– Económico: factor de ligazón de los procesos psíquicos, aunque en las operaciones defensivas, las tentativas de ligar la energía pulsional se contaminan de los caracteres que definen el proceso primario: adquieren un matiz compulsivo, repetitivo, arreal.
– Genético: hay dos conceptos, uno referido al YO como resultado del contacto el ELLO con la realidad como antes decíamos. Y el otro: resultado de identificaciones que conducen a la formación dentro de la persona de un objeto de amor caracterizado por el ELLO.
El YO es más extenso que el sistema Preconsciente – Consciente, porque por ejemplo, los M.D. son inconscientes.
Como se ve es un concepto amplio y ambiguo que ha ido sufriendo transformaciones dentro del pensamiento de Freud (antes y después de 1920) y sometido a discusiones en la actualidad
En la confluencia con la primera tópica, en la que también hablábamos del YO, hay que aclarar que:
– Hay una parte consciente del YO: por lo tanto en la segunda tópica hace coincidir preconsciencia y consciencia.
– Hay una parte preconsciente: la mayor parte de las funciones que se atribuyen al sistema preconsciente, se incluyen en su mayoría en el YO. (Decíamos que era el YO oficial).
– Es inconsciente en su mayoría, lo que explica las Resistencias y los Mecanismos de Defensa.
Con todo ello vemos además que las funciones del YO son antinómicas, siendo esta el reflejo de la situación que se le asigna:
– Control de motilidad.
– Control de percepción.
– Prueba de realidad.
– Anticipación.
– Ordenación temporal de los procesos mentales.
– Pensamiento racional.
A la vez que:
– Desconocimiento.
– Racionalización.
– Defensa compulsiva contra exigencias pulsionales.
– Mecanismos de Defensa.
– Etc …

SUPER – YO:
Definición: una de las instancias de la personalidad, descritas por Freud en su segunda teoría del aparato psíquico: su función es comparable a la de un Juez o censor respecto al YO.
Cumple las funciones de ser:
– Conciencia moral.
– Autoobservación.
– Formación de ideales (actualmente: YO IDEAL).
En cuanto a su génesis, se estructura a través de identificaciones dirigidas hacia uno y otro de los padres, al igual que el YO. Siendo difícil distinguir cuales identificaciones constituirán el SUPER – YO, IDEAL DEL YO, YO IDEAL, y el YO.
Tanto Freud como autores posteriores, plantean que no es ni mucho menos, constituido por las prohibiciones y preceptos verbalizados por los padres y educadores, hasta el punto de que puedan ser inversos en cuanto a intensidad, el SUPER – YO del sujeto y las normas y preceptos que le han sido dictados.
El propio Freud, aclara que identificaciones del YO de los padres (imagen de los padres) es a través de la identificación con el SUPER – YO de los padres como se va constituyendo el SUPER – YO, que se “transparentará” en la actitud educadora de estos, transmitiéndose así transgeneracionalmente.

IDEAL DEL YO:
Instancia de la personalidad que resulta de la confluencia del narcisismo (idealización del YO) y de las identificaciones con los padres, con sus sustitutos y con los ideales colectivos. Constituye un modelo al que el sujeto intenta adecuarse.
Es difícil a veces poder establecer una diferenciación conceptual clara entre el IDEAL DEL YO y el SUPER – YO, pero en sus efectos valga el ejemplo de:
– Complejo de culpabilidad — conciencia moral —SUPER – YO.
– Complejo de inferioridad — —-IDEAL DEL YO.
Su origen hay que buscarlo en el narcisismo perdido en la infancia en que el sujeto es su propio ideal, estado comparable al delirio de grandeza y de omnipotencia. Las críticas de los padres, las cuales introyectadas ejerce las funciones de SUPER – YO de autoobservación y censura y de comparación constante con el IDEAL DEL YO.
En cuanto al origen y funciones, podemos diferenciar al IDEAL DEL YO como estructura que se formará a través de identificaciones con objetos amados (el SUPER – YO con temidos),así como en la influencia sobre el YO que es a través del sometimiento al IDEAL DEL YO por amor, siendo por temor en el caso del SUPER – YO.
Por otro lado en lo concerniente a psicología grupal es un concepto fundamental (psicología de masas y análisis del YO) dado que explica según Freud la “fascinación amorosa, dependencia frente al hipnotizador y la sumisión del líder”. En los tres casos el mecanismo es el mismo, se coloca el IDEAL DEL YO en una persona ajena al propio sujeto.
Cuando varios sujetos colocan sus respectivos IDEALES DEL YO en un mismo objeto y éste por identificación con figuras parentales por ejemplo, los recibe (líder por ejemplo) se produce la grupalidad, dado que los sujetos se identifican unos con otros en su YO.
Dada la variedad de grupos que se constituyen en la visa de una persona, el IDEAL DEL YO de una persona se compone de una variada gama de modelos de identificación.

YO IDEAL:
Formación intrapsíquica que algunos autores, diferenciándola del IDEAL DEL YO definen como un ideal de omnipotencia narcisista forjado sobre el modelo del narcisismo infantil, de origen muy arcaico.
Es una situación ideal en la que el ELLO y el YO estarían unidos, siendo la situación narcisista ideal. Posteriormente, el sujeto irá dejando atrás esta idea y quedará siempre con el deseo de retornar a esa situación. (Nuberg).
D. Lagache añade un elemento además de la fusión YO – ELLO, es la identificación primaria con la madre, catectizada de omnipotencia
Este YO – IDEAL es el soporte de:
– Identificaciones con personajes excepcionales, prestigiosos ( en general aquellos que se caracterizan por su independencia, su orgullo, su ascendente).
– Idealización: a través del cual el sujeto se propone reconquistar ese estado de omnipotencia narcisista infantil.
– Implicaciones sadomasoquistas: negación del otro correlativo de la afirmación del sí mismo.
También J. Lacan, plantea su origen en la fase del espejo y su pertenencia, al registro imaginario.

Dinámico.
PULSIÓN: Origen, objetivo, Objeto,
Teorías obre la pulsión:
Pulsiones sexuales – pulsiones del yo
Narcisismo y pulsiones
Pulsión de vida Pulsión de muerte
Teoría de la angustia
Bajo este punto de vista se consideran los fenómenos psíquicos como resultantes de conflicto y de la composición de fuerzas que ejerce determinado empuje, siendo éstas en último término de origen pulsional.
Supone históricamente un cambio con respecto a la visión estática de épocas anteriores (Janet), donde se planteó no solamente que hay fuerzas, sino que necesariamente entran en conflicto unas con otras, el cual es la base del conflicto psíquico.

PULSION: (Los instintos y sus destinos 1915b [#385]).
La definimos como un proceso dinámico consistente en un empuje que hace tender al organismo a un fin.
Freud lo definió como concepto límite entre lo psíquico y lo somático, representante psíquico de las excitaciones nacidas en el interior del cuerpo y que alcanzan al psiquismo, como una medida de la medida de trabajo que se impone al psiquismo como consecuencia de su relación con lo corporal.
– Quedan así diferenciadas además las excitaciones que recibe el organismo, en dos:
– Externas discontinuas y circunstanciales, que se pueden eludir por la vida.
– En Endógenas de presión más o menos continua, se traducen en la necesidad, son ineludibles, estas son por tanto las que corresponden a la pulsión.
– Hay que diferenciar el error terminológico frecuente entre:
Instinto: patrón de comportamiento hereditario, propio de una especie, automático
y esterotipado, que el sujeto no puede eludir ni variar en modo ni en su fin.
Pulsión: que es de lo que aquí tratamos.

La pulsión consta de cuatro elementos:
a.- Empuje: Es la esencia de la pulsión.
Es el aspecto dinámico motor de la pulsión.
b.- Objetivo o fin: Siempre es la desaparición de la tensión, se realiza mediante la descarga: paso al exterior de sistema de energía aparecida. por tanto la descarga es la satisfacción de la pulsión.
Designa también a los medios y mecanismos que el psiquismo pone para alcanzarlo.
Así: el fin de la pulsión erótica oral: succión o incorporación.
el fin de la pulsión erótica sexual: coito.
c.- Origen o fuente: designa a la vez un proceso somático que desencadenaría a nivel psíquico un estado de tensión, de excitación. Y por otra la zona del organismo en que se desarrolla el proceso somático.
d.- Objeto: Es en o mediante lo que la pulsión busca alcanzar su fin, es decir, cierto tipo de satisfacción. Puede tratarse de una persona objeto parcial, objeto real, y objeto fantaseado externo o interno (narcisismo).
No está originariamente ligado a la pulsión, es por tanto variable, con lo que se diferencia otra vez del concepto de instinto.
Cuando la experiencia de satisfacción, se ha dado, la representación del objeto satisfactorio, fuertemente investida orientaría en lo sucesivo la búsqueda del mismo objeto. Esta búsqueda de un objeto parcial en el lactante, es algo diferente peor conducente a la relación de objeto total: objeto de amor del sujeto.
La relación de objeto total que en el punto de vista genético ya mencionamos, supone la unificación de la maduración libidinal, estructuración del yo, de organizaciones defensivas.
A partir de estos rudimentos sobre el mundo pulsional, el punto de vista dinámico se centra en al menos dos aspectos que para nosotros son fundamentales. Nos servimos para ello de un resumen de J. J. Boulanguer.
1.- Teoría de las Pulsiones:
Hay tres etapas en la obra de Freud:
a.- Pulsiones Sexuales – Pulsiones del YO.
b.- Narcisismo y Pulsiones.
c.- Pulsiones de Vida – Pulsiones de Muerte.

a.-Pulsiones Sexuales – Pulsiones del YO.
Sin entrar en un orden cronológico, hagamos una breve reseña sobre estos conceptos.
Las pulsiones del Yo son aquellas cuya energía se sitúa al servicio del YO en el conflicto defensivo. Son todas aquellas pulsiones que tienen que ver con la autoconservación: alimento, excreción, de relación ( tacto, visión, actividad
muscular, actividad intelectual …).
Pulsiones sexuales: es el empuje interno, que tiene para el psiquismo un carácter más amplio que el de la actividad sexual. Es la resultante de la integración de las pulsiones parciales (placer de órgano) que a través de la evolución del sujeto han ido constituyéndose, apoyándose, en las diversas zonas erógenas correspondientes.
En los primeros momentos, estas pulsiones parciales son el beneficio obtenido por añadidura con respecto a las pulsiones del YO.
Hay que señalar que en un principio, pulsiones sexuales y pulsiones del YO van íntimamente ligadas y apoyándose unas sobre otras (apuntalamiento en el instinto de conservación). Son las etapas del desarrollo genético, en la que el placer obtenido en la satisfacción de la pulsión se extendía más allá de la propia conservación y el niño trataba de reencontrar el placer autoeróticamente. Pero más adelante como la satisfacción sexual unida primero a la autoconservación, necesita de un objeto exterior, aparece la oposición entre Pulsión Sexual – Pulsión del YO. Ya que la pulsión sexual se rige por el proceso primario y tiende a la descarga inmediata sin demora, y el YO puede sentirse amenazado por estas tendencias.
La pulsión sexual es un polo necesariamente presente en el conflicto psíquico: es el objeto privilegiado de la represión en el inconsciente.
Así si la fuerza de la pulsión sexual parte el ELLO, una de las funciones del YO es captar parte de esta fuerza y volcarla contra sí misma para poder ejercer la represión de la misma (conectado más adelante con la cura psicoanalítica y con la transferencia).

b.- Narcisismo y pulsiones.
Con el trabajo de 1914 [#391] “Introducción al Narcisismo”, aparece un cambio en la dualidad Pulsión del YO y Pulsión Sexual, a través del cual se ve que la libido al retirarse de los objetos del mundo exterior, se vuelve hacia el propio sujeto pero no sobre las zonas erógenas sino sobre la persona entera.
Es decir que la energía de las pulsiones, parte del ELLO, decíamos que cuando
ELLO y YO están unidos se da el YO IDEAL. (Un YO objeto de sí mismo, satisfecho, con necesidades cubiertas …) correspondería al NARCISISMO PRIMARIO, de cuya pérdida siempre quedará la nostalgia.
Posteriormente esta Libido Narcisista irá dirigiéndose a objetos parciales que son los que provocarán la satisfacción de necesidades. Más adelante hay un investimento del YO – cuerpo del sujeto.
Previa a la elección objetal hay una elección homosexual que es el resultado de la elección de un objeto semejante e idéntico, e identificado al propio sujeto, que es el que le devolverá al YO una imagen de sí mismo, unificada.
Hay un balanceo energético entre la libido narcisista y la objetal, en la que el YO siempre permanece parcialmente investido, y los investimientos objetales le quedan ligados como si a un núcleo fuera. Cuando más absorba uno de ellos más empobrece al otro y viceversa.
El YO se constituye así en un segundo almacén de libido que lo enviará hacia objetos y que está siempre dispuesto a recibirla de vuelta ante la ausencia de éstos. Por ejemplo: narcisismo secundario.
c.- Pulsiones de Vida – Pulsiones de Muerte.
Coincidiendo con la llamada “vuelta de 1920” (Más allá del principio del placer
1920a [#387]) Freud plantea su tercera teoría de las pulsiones: El dualismo
PULSION DE VIDA – PULSION DE MUERTE.
A partir de la compulsión a la repetición de los sueños angustiosos, traumas o
situaciones penosas (neurosis de destino) no parece que respondan al principio del placer, ya que no son satisfactorias y sin embargo aparecen repetidamente.
Cabe por tanto pensar, plantea Freud, en una tendencia del psiquismo a la repetición, sin tener en cuenta al principio del placer.
Esto se explicaría por una propiedad de las pulsiones que llevan al organismo a
reproducirse y restablecer un estado anterior al que habían tenido que renunciar.
En la última instancia el estadio anterior a la vida, es lo inorgánico, que es a lo que tiende esta fuerza pulsional, por tanto = muerte. Es decir, Pulsión de Muerte.
A ello se opone el instinto de vida que tratará de dominar y de expulsar hacia el
exterior al instinto de muerte. Así en el Sadismo – Masoquismo, de un estado
originario en que Eros y Thanatos están dirigidos hacia el propio sujeto, el Eros
tratará de proyectar al Thanatos a objetos del exterior y quedarse con el Eros, ésta sería la situación del Sadismo, y ocurriría a la inversa en el masoquismo.
La proporción de ambas variará, lo que da la multiplicidad de situaciones posibles, pensándose también que existe una energía neutra que sobreinviste una pulsión u otra.
Así como la pulsión de vida se conserva mayormente en el YO (reservorio principal de la libido) el Thanatos, en el SUPER – YO. Lo que explica que la no satisfacción pulsional favorezca al YO por hacerle valer la estima del SUPER – YO. Esta segunda concepción pulsional lo que aporta es que la vida tiene su origen en un accidente exterior al organismo que rompe el equilibrio, y las pulsiones tienden a conducir al organismo a un estado inorgánico anterior a la vida.
2.- Teoría de la Angustia.
Unida a la teoría de las pulsiones, está la teoría de la angustia, en la que también hay dos momentos en el pensamiento de Freud.
En la llamada “primera teoría de la Angustia”, Freud plantea que tanto en el niño como en el adulto, cuando la pulsión no se satisface, se convierte en angustia.
Distingue entre Angustia Normal (miedo a un peligro real) y Angustia Neurótica: libido separada de representación que descarga en forma de angustia, cuando la representación ha sido reprimida.
Su origen hay que buscarlo en la angustia de separación de la madre: con la separación queda la libido sin poder ser dirigida a ninguna representación lo que prefigura la angustia neurótica cuando la represión de la representación queda también la angustia vacante.
Esta angustia adquirirá diversas formas según la patología:
– Se proyecta hacia el exterior y se evita en la fobia.
– Se bloquea a través del ritual obsesivo en la Neurosis Obsesiva.
En “Inhibición Síntoma y Angustia” de 1926a[#395] aparece la segunda elaboración de la teoría de la Angustia: es una función del YO.
Es una señal de displacer, que permite movilizar todas las energías disponibles para luchar contra la presión pulsional que proviene del ELLO, que queda aislada frente a la movilización del YO.
En cuanto al origen de la Angustia, se sitúa en la angustia de castración (temor a la pérdida de un objeto fuertemente investido) y por tanto de origen Edípico, siendo además lo que provoca la represión de las pulsiones (la angustia de castración) Origen de toda neurosis.
Que en la niña, se dará la particularidad de la angustia, no de la pérdida del objeto, sino de la pérdida del amor de ese objeto.
Incluso la Neurosis Traumática, tendrían su origen en tal angustia, en la medida en que el miedo real reactiva las huellas mnémicas de la Angustia de Castración.
Hay que señalar también como Freud plantea la imposibilidad de haber registrado nada parecido a la muerte por lo que la angustia de muerte es equiparada a la Angustia de Castración.
Así mismo y referido a la angustia como señal de alarma, en el niño ante la pérdida o el temor a la pérdida de la madre, estaría el origen de la Angustia de Castración ya que la posesión del pene, garantiza la posiblidad de reencontrar (a través de otras mujeres) el vínculo con la madre.
Económico.
Conceptos como
INVESTIMENTO
DESINVESTIMENTO
CONTRAINVESTIMENTO
SOBREINVESTIMENTO
PROCESO PRIMARIO
PROCESO SECUNDARIO
PRINICIPIO DEL PLACER
PRINICIPIO DE REALIDAD
PRINCIPIO DE CONSTANCIA
Es el punto de vista que sustenta la hipótesis por la cual los procesos psíquicos consisten en la circulación y distribución de una energía cuantificable, la energía pulsional, susceptible de aumento, disminución y de equivalencia.
La visa psíquica está constituida por representaciones por un lado (objetos, imágenes, recuerdos, etc …) y por los afectos relacionados con estas representaciones.
Afectos hace referencia:
– Al aspecto cualitativo de una carga emocional (calidad y signo de afecto)
– Al aspecto cuantitativo o de intensidad de afecto con que se carga o inviste una representación.
En cuanto a la procedencia de todo eso, es el concepto de pulsión el que permite entenderlo.
Las pulsiones, son entidades biológicas, que tienen un polo somático y un polo psíquico, y es de aquí de donde surge esta energía libidinal, que se convierte en energía de instinto.
Por tanto, y remitiéndonos al apartado anterior, es del ELLO de donde procede el origen de toda esta energía (así como para las demás instancias).
Esta energía del ELLO, es energía nerviosa (microvoltios), la energía circula sobre una cadena de neuronas cargadas energéticamente. El control de la sinapsis neuronal (paso de energía de una neurona a otra), se realiza a través de otras neuronas que facilitan o dificultan el transvase de energía.
Es el estado más simple y arcaico del sistema neuronal, la energía queda libre, tiende a verterse fuera de este sistema neuronal.
Así, la energía psíquica puede estar libre y/o ligada, acumulada en determinados conjuntos neuronales = representaciones.
La acción por la que la energía libre, queda ligada a alguna representación, es lo que se llama INVESTIMIENTO.
Veamos un ejemplo: en el proceso de pensamiento reflexivo, hay un conjunto de representaciones, que están cargadas de energía y que producen desplazamientos mínimos, mientras que otros aparecen intensamente investidos y que se irán desplazando, según los primeros dirijan: es el proceso de la ATENCION.
Lo mismo ocurre en la clínica, por ejemplo: una parte de energía queda libre y pude investirse en el cuerpo, es decir: convertirse en “innervación somática” produciéndose los síntomas somáticos.
DESINVESTIMIENTO: pérdida de la ligazón de la energía y de la representación.
En el proceso de duelo, en que el objeto debe ser progresivamente desinvestido de su afecto, para poder elaborar la pérdida. Si esto no se produjera, la frustración intolerable llevaría a la depresión …
CONTRAINVESTIMIENTO: Fenómeno que ocurre cuando la energía desinvestida de una representación, que es prohibida por el SUPER – YO por ejemplo es utilizada al servicio de éste, en mantener esa representación reprimida. Este mecanismo está en la base de la formación reactiva por ejemplo en que a la representación originaria se le opone otra justamente contraria: actitud de tolerancia y bondad en oposición a pulsión agresiva y cruel.
SOBREINVESTIMIENTO: Donde a una representación ya investida de energía se le transfiere un cuantum mayor de de energía.
Es el caso de la atención antes mencionado. En este caso, aquellos objetos a los que se prestó atención aparecen sobreinvestidos con el “sobrante” de energía libre que el sistema Percepción – Consciencia dispone para tal efecto.
Pertenece también al punto de vista económico, los dos tipos de procesos de funcionamiento mental, que anteriormente hemos mencionado:
– PROCESO PRIMARIO:
Decíamos que en este proceso mental, la energía psíquica estaba libre, no ligada a representaciones. La consecuencia de ello es que la energía tiene tres tendencias:
a.- Desplazamiento: deslizamiento de la energía de una representación a otra, a través de una vía asociativa. Así es como aparecen a la preconsciencia, representaciones distintas a la originaria.
b.- condensación: una representación aparece como punto común a varias cadenas asociativas de representaciones, queda sobreinvestida la representación condensadora.
c.- Identidad de percepción: en resumen, se trata del proceso por el que el sujeto tratará de repetir y renovar el proceso de satisfacción: El deseo o la necesidad fue satisfecho por un objeto, y esto produjo placer. Todo ello como cadena de representaciones asociadas, quedó fuertemente libidinizado. El sujeto a través de la identidad de percepción tratará de encontrar las percepciones que había desencadenado este objeto. Ejemplo: la reactivación alucinatoria del recuerdo del objeto.

– PROCESO SECUNDARIO:

Se define como el estado ligado de la energía.
Se busca en contraposición a la identidad de percepción, la identidad de pensamiento: el interés del YO se centra sobre las uniones de representaciones.
Introduce la reflexión, la toma de consideración del contexto y por tanto la demora de satisfacción, es decir la inhibición de la tendencia a la descarga.
Todo ello supone el cambio del principio del placer por el de realidad.
Tres principios fundamentales en la Teoría Económica:

– PRINCIPIO DEL PLACER:
Preside la vida psíquica, según el cual el objetivo del psiquismo humano es evitar el dolor y buscar el placer.
Placer es la sensación que acompaña a la reducción al mínimo de una tensión energética.
Supone que las pulsiones no tienden más que a descargarse a satisfacerse de un modo inmediato.
No es un concepto hedonista de acciones dirigidas a buscar placer, sino que en el presente nuestros actos, vienen determinados por el placer o displacer de la representación de la acción a realizar o de sus consecuencias (se refiere por tanto también a procesos internos, no a percepción de estímulos).

– PRINCIPIO DE REALIDAD:
Muy unido al anterior, es la consecuencia por un lado del displacer que la inmediata y continua descarga de tensiones puede llegar a provocar. No existe satisfacción duradera si no se tiene en cuenta las condiciones de la realidad tanto externa, como de las propias limitaciones internas.
El otro condicionante son estas exigencias de la realidad que exigen que entre excitación y descarga se da la implantación de proceso secundario.
Así mismo es el principio por el que se da la transformación de energía libre en energía ligada que antes hemos mencionado.
Decíamos también que era el principio regulador del sistema Percepción Consciencia.

– PRINCIPIO DE CONSTANCIA:
Es el elemento fundamental de la teoría económica. Según el mismo el aparato psíquico tiende a mantener la cantidad de excitación que contiene, a un nivel tan bajo, o al menos tan constante como posible. Esta constancia se obtiene:
– Descargando la cantidad de energía existente.
– Evitando lo que pudiera aumentar la cantidad de excitación y la defensa contra dicho aumento.
– Es un principio semejante a los de física: principio de conversión de la energía, o a los de fisiología.
Tres puntos esenciales:
– Se concibe como ley de optimum: existe un nivel energético favorable que debe restablecerse por medio de descargas cuando tiende a aumentar pero también por medio de recarga (fundamentalmente el sueño) cuando ha descendido demasiado.
– La constancia puede verse amenazada: por estados de excitación generalizada y uniforme. Por distribución desigual de la excitación en el interior del sistema (afectos).
– La existencia y restablecimiento de un nivel óptimo constituye la condición que permite una libre circulación de la energía cinética. el funcionamiento sin trabas del pensamiento de un desarrollo normal de las asociaciones de ideas, presupone que no esté perturbada la autorregulación del sistema.

Para Freud, la reducción de las tensiones sería lo que fundamenta el principio de constancia, y la homeostasis, o tendencia a la constancia sería un derivado por exigencias de las condiciones del mundo externo.

Bibliografia:
Anzieu, D. (1986). El Grupo y el Inconsciente. Lo imaginario grupal. Madrid: Biblioteca Nueva.
Baremblit, V. y Díaz, M. (1997). La supervisión en el campo de las drogodependencias. Supervisión Clínica e Institucional en Drogodependencias, 4 ,11-26.
Freud, S. (1895 b). Estudios sobre la histeria. En Obras completas (pp. 29-168). Madrid: Biblioteca Nueva, 1972.
Freud, S. (1904 [1905]). Psicoterapia (Tratamiento por el espíritu). En Obras Completas (pp. 1014-1027). Madrid: Biblioteca Nueva.
Freud, S. (1922). Psicoanálisis y teoría de la libido. En Obras completas (pp. 2661-2676). Madrid: Biblioteca Nueva.
Plazaola, M. (1977). La supervisión con educadores de comunidades terapéuticas de toxicómanos. Supervisión Clínica e Institucional en Drogodependencias, 4 , 43-52.
Roudinesco, E. y Plon, M. (1998). Diccionario de psicoanálisis . Barcelona: Paidós.

Supervisión grupal analítica
Deslizar arriba